viernes, 10 de marzo de 2017

LA PREVIA DE PURIM: PREPARACION, SIMBOLISMO, HISTORIA, JUNG Y LAS CUATRO MASCARAS, TIPS BY LA DOC



LA PREVIA DE PURIM: PREPARACION, SIMBOLISMO, HISTORIA, JUNG Y LAS CUATRO MASCARAS, TIPS BY LA DOC







FESTIVAL DE PURIM Lo que hay detrás de la máscara.


Esta semana contiene la festividad de Purim, una conexión centrada alrededor de vestirnos con disfraces y celebrar. ¿Por qué un disfraz? Porque admitimos la existencia del ego y lo desplegamos simbólicamente como un disfraz en lugar de protegerlo y esconderlo.

Durante una fiesta de disfraces, todos sabemos que los presentes no son lo que pretenden ser. Pero en la vida, cuando alguien nos molesta, no reconocemos que es el disfraz (que es el ego o el oponente interno, una fuerza negativa de separación) lo que está motivando al individuo. Rara vez reconocemos el disfraz que llevan puesto nuestros enemigos, nuestros amigos o nosotros mismos.

Ésta es la razón por la que tomamos todo de manera personal en la vida. Ésta es la razón por la que juzgamos a otros tan duramente. No vemos que es este oponente interno quien está incitando nuestro comportamiento al igual que el de nuestro contrincante, así que continuamos discutiendo, peleando y agregando más oscuridad al mundo.

Si de verdad viéramos la mano del oponente influenciar las acciones de todos los que combaten, ayudaríamos a nuestros enemigos y los amaríamos incondicionalmente. Comencemos a reconocer que somos más de lo que aparentamos ser. Comencemos a encontrar el coraje para quitarnos las máscaras. Comencemos a ver la verdadera belleza interna y externa para que el mundo pueda comenzar a sanar.





Remover nuestras máscaras



Hay una energía disponible durante esta semana que nos ayuda a revelar la totalidad de quiénes somos, las partes de nosotros que intentamos ocultar con una máscara.
Cada día, nos ponemos una fachada para poder evitar sentir dolor o vacío, y el trabajo del ego es decirnos que nuestras máscaras nos funcionan. Tal vez seamos alguien que dice muchos chistes para evitar conversaciones serias, o tal vez nuestro disfraz sea actuar sin vernos afectados, fingir que no nos importa la opinión de la gente cuando, en realidad, cada vestigio de crítica es un golpe fulminante.
Sin importar cuál sea nuestra fachada, siempre oculta lo mismo: la verdad.
Si ocultamos nuestros miedos, inseguridades, pensamientos e intenciones no tan agradables, no podremos enfrentarlos y superarlos. Cuando somos honestos respecto a nuestras características que no nos agradan, dejamos de ser limitados o bloqueados por éstas.
Esta semana, dedica tiempo para hacerte dos preguntas de vital importancia: “¿Qué intento ocultar? Y... ¿Qué máscara uso?”.
Nuestra máscara es lo que nos separa de la Luz.
¡Cuanto más rompamos la fachada, más espacio hacemos para la Luz!
Imagina un día sin necesidad de usar nuestras máscaras. Sin miedos o personalidades falsas. ¡Sin reprimirnos ni necesitar la aprobación de nadie!
La verdad puede liberarte.
Purim es una de las ventanas de conexión energética más grandes de todas ¿Por qué?
Hay dos maneras de que pase un milagro, uno como Pesaj, que de estar en la negatividad casi máxima, la Luz nos saca de arriba hacia abajo. El milagro viene de la Luz.
Pero hay otra manera que es Despertar un milagro desde abajo, es decir, que los humanos podamos hacer acciones que afecten a los mundos superiores y que puedan ir contra la naturaleza del 1%.
Purim es eso, un milagro que no existía en la energía o registros del Cosmos, y que los humanos, gracias a su unidad y a su sacrificio, inscribieron en la energía del Universo.
Ojala podamos seguir hablando de Purim...y del código que represeta: Vencer a nuestras dudas.


Jung y las cuatro máscaras



Carl Gustav Jung, uno de los fundadores del moderno psicoanálisis,

solía decir que todos nosotros bebemos de una misma fuente.
Lo explicaba mediante toda una teoría que se remontaba al trabajo de los antiguos alquimistas,que denominaban a esta fuente el “alma del mundo” (Anima Mundi).Según esta teoría, durante toda nuestra vida intentamos ser individuos únicos e independientes,pero una parte de nuestra memoria la compartimos con toda la humanidad.
No importa a qué credo o a qué cultura se pertenezca: todos buscan el ideal de la belleza, de la danza, de la divinidad, de la música.
La sociedad, sin embargo, se encarga de concretar cómo estos ideales van a manifestarse en la realidad diaria.
Por ejemplo, hoy en día el ideal de belleza consiste en estar delgada,
mientras que hace miles de años las imágenes de las diosas eran gordas.
Lo mismo ocurre con la felicidad:
hay una serie de requisitos que, de no cumplirse, no nos permiten aceptar conscientemente el hecho de que tal vez ya somos felices.
Tales requisitos no son absolutos, y cambian de generación en generación.
Jung solía clasificar el progreso individual en cuatro etapas:
la primera era la Persona – máscara que usamos todos los días, fingiendo lo que somos.
Pensamos que el mundo depende de nosotros, que somos excelentes padres y que nuestros hijos no nos comprenden,
que los jefes son injustos, que el sueño de todo ser humano es parar de trabajar para siempre
y pasarse la vida entera viajando.
Algunas personas procuran entender qué es lo que no encaja,
y acaban pasando a la siguiente fase: la Sombra.
La Sombra es nuestro lado negro, que dicta cómo debemos actuar y comportarnos.
Cuando intentamos librarnos de la Persona, encendemos una luz dentro de nosotros,y logramos ver las telas de araña, la cobardía, la mezquindad.
La Sombra está allí para impedir nuestro progreso – y generalmente lo consigue,pues nos damos la vuelta y corremos a ser quienes éramos antes de empezar a dudar.
No obstante, algunos superan este enfrentamiento con sus telas de araña diciéndose: “Es verdad que tengo algunos defectos, pero soy digno, y quiero seguir adelante”.
En ese momento, la Sombra desaparece, y entramos en contacto con el Alma.
Jung no entiende por Alma nada relacionado con la religión.
Se refiere a un regreso al Alma del Mundo, la fuente del conocimiento.
Los instintos comienzan a agudizarse, las emociones se tornan radicales,
las señales que envía la vida son más importantes que la lógica,
la percepción de la realidad se vuelve menos rígida.
Comenzamos a entrar en contacto con realidades a las que no estábamos acostumbrados,empezamos a reaccionar de una manera que nos resulta inesperada a nosotros mismos.Y descubrimos que, si conseguimos canalizar todo este chorro de energía continua,vamos a organizarlo en un centro muy sólido, al que Jung llama “el Viejo Sabio” para los hombres,
o “la Gran Madre”, en el caso de las mujeres.
Permitir esta manifestación es algo peligroso.Generalmente, quien llega a ese punto tiene tendencia a considerarse santo, domador de espíritus, o profeta.
No sólo las personas usan estas cuatro máscaras: también las sociedades.
La sociedad occidental tiene una determinada Persona,ideas que nos guían y que parecen verdades absolutas.
Pero las cosas cambian.
En su intento de adaptarse a los cambios, vemos las grandes manifestaciones de las masas, en las que la energía colectiva puede ser manipulada tanto para el bien como para el mal (Sombra).
De repente, por alguna razón, la Persona o Sombra ya no terminan de satisfacer,y llega el momento de dar un salto, y comienzan a surgir nuevos valores (inmersión en el Alma).
Y al final de este proceso, para que estos nuevos valores se afiancen, la raza humana entera comienza a captar de nuevo el lenguaje de las señales (el Viejo Sabio).
Es justamente eso lo que estamos viviendo ahora.
Puede prolongarse cien o doscientos años, pero todo está cambiando... para bien.






LA HISTORIA DE PURIM



Para aquellos que desconocen la historia de Purim, es el clásico cuento de la Cenicienta, con algunas repercusiones cósmicas. Como todo en Kabbalah, los protagonistas de la historia literal son códigos para conectar con las fuerzas invisibles de energía positiva que impregnan al universo en este momento.

Pero antes empezaremos por la historia literal.

Érase una vez un Rey que se llamaba Ajashverosh que reinaba sobre Persia en el siglo III A.E.C.

La historia empieza con un gran banquete que el Rey organizó en su palacio. La mujer del Rey, la Reina Vashtí, era conocida por su extraordinaria belleza. Aquella noche, el Rey, en su deseo de impresionar a sus invitados con la belleza de su mujer, la llamó para que asistiera a la fiesta, pero ella rechazó la invitación y desapareció del reino.

Buscando una nueva reina, el Rey ordenó a sus hombres que viajasen por todo el reino en búsqueda de las más hermosas doncellas, para que luego él pudiese verlas y escoger a la más bella y convertirla en su esposa y la nueva Reina.

En esos tiempos, vivía una hermosa mujer llamada Esther. Ella habitaba en una pequeña región con su tío Mordejai. Esther sabía que ser la Reina de Persia sería muy bueno para su pueblo, y como además era espectacularmente bella, se preparó a si misma para ser llevada ante el rey.

Cuando el Rey vio a Esther, dejó de buscar y la convirtió en la nueva Reina de Persia.

Un día, mientras pasaba en frente de las rejas del palacio, Mordejai oyó a dos guardias que tramaban una revolución con el propósito de matar al Rey Ajashverosh. Mordejai informó a Esther, y los rebeldes fueron capturados y ejecutados. Mordejai salvó la vida del Rey.

El Rey tenía un consejero llamado Hamán. Este consejero era ambicioso de poder y conspirador. A Hamán no le gustaba nada el pueblo de los israelitas, especialmente Mordejai. Cuando Hamán viajaba por las ciudades, esperaba que la gente hiciese una reverencia ante él, ya que era el segundo al mando del Rey. Mordejai se negaba a hacer la reverencia.

Para ganarse el favor del Rey y librarse de Mordejai y su pueblo, Hamán ideó un plan para matarlos a todos. Hamán usó su lengua afilada y manipuló la mente de Ajashverosh, convenciéndole de que la gente del pueblo de Mordejai le causaría problemas y que debía sellar una petición para destruirlos. El Rey autorizó el genocidio, y las cartas se escribieron y se enviaron a todas las provincias de Persia con el sello del Rey.

Hamán hizo un sorteo para elegir la fecha que inciaría el genocido. El trece de Adar (el mes de Piscis) fue el día seleccionado para la exterminación masiva del pueblo. Recuerda esta fecha.

Cuando Mordejai se enteró, se rasgó las vestiduras en señal de duelo, se vistió con tela de saco y se fue a llorar ante la puerta del Rey.

Cuando Esther se enteró del comportamiento de su tío, le envió nuevas ropas, pero él las rechazó y le envió un mensaje diciéndole que fuera ante el Rey y suplicara por la vida de la gente de su pueblo.

La ley en Persia en ese momento era muy estricta: nadie podía acercarse al Rey a menos que fuera llamado; esta ofensa se castigaba con la pena de muerte. Esther contestó a su tío diciéndole que la gente del pueblo debía ayunar por tres días, que ella haría lo mismo, y después de los tres días se acercaría al Rey. Estos tres días de ayuno se llevaron a cabo durante Pésaj.

Después de estos tres días, Esther se presentó ante el Rey, quien se puso tan contento de verla que extendió su bastón real y le preguntó si podía concederle alguna petición. Esther les pidió al Rey y a Hamán que se reunieran con ella al día siguiente en su vivienda para celebrar un banquete que ella iba a preparar.

Cuando Hamán dejó el palacio aquella noche, vio a Mordejai. Era tal el odio que le tenía, que decidió que la mañana siguiente pediría permiso al Rey para ahorcar a Mordejai públicamente en una horca de 15 metros de altura.

Esa misma noche el Rey no podía dormir y pidió escuchar los archivos en los que se registraban los eventos diarios sucedidos en palacio. Entonces el Rey se dió cuenta que muchos años atrás, Mordejai informó al Rey acerca del complot para derrocar al reino y matar al Rey. Mordejai salvó la vida del Rey y nunca fue recompensado por su lealtad.

Cuando Hamán llegó por la mañana con la intención de pedir permiso al Rey para matar a Mordejai, el Rey le pidió consejo a Hamán acerca de cuál sería la manera más apropiada de honrar a alguien que encontró el favor del Rey. Hamán, asumiendo que era él mismo quien iba a ser honrado, dijo que se debería permitir a ese hombre llevar la corona y las vestiduras del Rey, montar en el caballo del Rey y pasearse por todas las calles de la cuidad, proclamando que es un privilegiado del Rey.

El Rey Ajashverosh aceptó la idea y le dijo a Hamán que diera este honor a Mordejai. Enfurecido, Hamán cumplió las órdenes del Rey.

Esa misma noche era la del banquete que la Reina Esther había preparado para el Rey y Hamán. El Rey estaba tan encantado con ella, que le preguntó de nuevo si podía concederle alguna petición. Esta vez la Reina Esther pidió a su marido que le salvara la vida a ella, a la gente de su pueblo y a su tío Mordejai, a quien el Rey había honrado esa misma mañana. El Rey estaba horrorizado ante la idea de que la vida de su reina y de su querido Mordejai estuviera en peligro y demandó saber quién era el responsable de esto. Esther contestó que era Hamán.

Hamán se arrodilló ante el Rey y suplicó por su vida, pero el Rey ordenó que Hamán fuera ahorcado en la misma horca que él había preparado para Mordejai. Mordejai fue proclamado el nuevo consejero del Rey.
Sin embargo, la orden de genocidio no podía ser simplemente revocada, entonces el Rey ordenó que los Israelitas fueran informados y armados para luchar en su defensa. Debido a su conocimiento de las herramientas kabbalísticas de unidad, los 72 Nombres de Dios, y su entendimiento de los ciclos cósmicos del calendario Kabbalístico, los Israelitas de Persia triunfaron sobre el ejército Persa. Ellos despertaron el poder de los milagros disponible en el mes de Adar/Piscis. Más aún, ellos fueron capaces de alterar su destino.

Esther escribió esta historia en un manuscrito conocido como la Meguilá de Esther que se lee en el mundo entero en Purim. Sin embargo la Kabbalah le da una “Luz” distinta a esta historia.


La historia kabbalística de Purim








Hamán era la décima generación de Agag ??? , el último Rey de la nación de Amalek , ???? la cual se menciona varias veces en la Biblia. Cuando el Rey Shaul fue proclamado primer Rey de Israel, uno de sus primeras responsabilidades como Rey fue destruir a la nación de Amalek. Su error fatal fue permitir que el Rey Agag viviese por un día antes de matarlo. En ese último día antes de su muerte, el Rey Agag fecundó a una mujer, que dio continuidad a la semilla de Amalek. Hamán era la continuación de Amalek, era el alma reencarnada del Rey Agag; por ese motivo está escrito en la Meguilá: “Hamán haAgaguí, el Agaguita”, porque él era realmente el Rey Agag. Mordejai era la reencarnación de Shaul.

De acuerdo con la sabiduría kabbalista, la nación de Amalek representa la duda. Por lo tanto, la historia de Purim es realmente la historia de la batalla y victoria sobre nuestras propias dudas.

Esther dijo a Mordejai que ella no podía provocar un cambio en el 1% para anular el decreto, a menos que hubiera un cambio en la causa, el reino del 99% (Zeir Anpín). Ella sabía que la única manera de cambiar el destino era crear unidad y compartir en nuestro mundo del 1% (Maljut).

Así que Esther dijo a Mordejai que reuniera a la gente y que les hiciera ayunar durante 72 horas, dar caridad y compartir los unos con los otros. El propósito del ayuno era para cortar el Deseo de Recibir para Sí Mismo y los actos de dar caridad y de compartir eran para despertar la energía de misericordia y unidad.

Mordejai reunió a la gente de su pueblo y les enseñó como usar los 72 Nombres para conectarse con la Luz. Cada persona dio regalos a los pobres y luego se dieron muchos regalos los unos a los otros para activar la frecuencia de energía espiritual conocida como la Luz de la misericordia. Las acciones realizadas por la gente del pueblo fueron lo suficientemente poderosas como para conectar el reino del 1% (Maljut) con el del 99% (Zeir Anpín) y crear un milagro.

Los sabios kabalistas explican que cada año del 13 al 15 de Adar desde el momento de la creación, la misma energía que fue revelada para Mordejai y Ester aparece.

Para que nosotros podamos conectarnos con ese poder, seguimos la formula: la Meguilá, la caridad y el dar tres monedas de plata, el banquete, las bebidas y los disfraces. Pero lo más importante es nuestro deseo de eliminar la duda de nuestro pensamiento y en su lugar, inyectar constantemente certeza.


LA CONEXION A LA LUZ DE PURIM





Muchos secretos de Purim se pueden encontrar en los escritos del Rav Isaac Luria, “El Arí”, un kabalista preeminente del siglo XVI.

El Arí explica la idea del yuli Antes de que algo físico se manifieste, pasa por un nivel espiritual llamado yuli. El Arí explica que la única manera de transformar cualquier cosa negativa en tu vida es llevándola a este estado. Piensa en esto. ¿Con cuánta frecuencia dejas tus “asuntos” en reposo, sólo para ver cómo vuelven a salir de nuevo? El Arí explica que en Purim tienes la oportunidad de transformar la negatividad desde la raíz para que deje de molestarte, para siempre.

Durante este periodo de 24 horas conocido como Purim, puedes dejar el mundo dónde vives 364 días al año e ir al nivel de yuli. Cuando lo alcanzas, puedes convertir cualquier oscuridad en tu cuerpo, tu mente y tu alma.

Una forma de visualizar este proceso es considerando un collar de plata caro, pero feo. La plata es valiosa pero tiene una forma desagradable. Decides que quieres convertirlo en algo bonito, entonces lo fundes -lo llevas a un estado indiferenciado–, y así creas algo bello a partir de él.

Esto es lo que puedes hacer en Purim. Toma cualquier negatividad que tengas, llévala de vuelta a yuli, ¡y transforma tu fealdad en algo bello!


LAS 5 CONEXIONES DE PURIM



¡Todo se trata de deseo!

Tal como aprendiste en El Poder de Kabbalah, el deseo lo es todo. Para revelar el máximo de Luz en Purim, tienes que entender qué quieres hacer y hacerlo.

Piensa en todas aquellas cosas que quieres deshacer, en las acciones negativas que has hecho, todas las discusiones sin importancia, los pensamientos de envidia, las inseguridades, lo que sea que tengas (y todo el mundo tiene algo). Concentrarte en tu “basura” incrementa la probabilidad de que sea convertida en "regalos" en la noche de Purim.

El Zóhar dice que la negatividad más grande es la duda: la lucha por manejar lo desconocido y lo incierto. Cuando eliminamos la duda, cualquier cosa es posible. Purim es tu vacuna contra la duda.

CONEXIÓN 1: LA MEGUILÁ COMPLETA

Antes de beber y la fiesta de disfraces, participas en una lectura de grupo de lo que se conoce como la Meguilá (Libro) de Esther.

A través de la lectura, te darás cuenta de que el lector dice el nombre de Hamán en fuerte, y luego hace una pausa. Hamán es un código para toda aquella oscuridad que hayas causado en tu vida al actuar seg’un tus pensamientos negativos, especialmente la duda. Cada vez que Hamán se anuncia, puedes meditar en Caf Hei Taf, el octavo nombre de los 72 Nombres de Dios. Este nombre revela Luz en aquellas lugares oscuros de tu vida. Cada vez que oigas Hamán, medita en estas tres letras y piensa en una negatividad principal que quieres eliminar de tu vida.




CONEXIÓN 2: FIESTA DE DISFRACES

El Zóhar dice que en Purim, una persona necesita emborracharse hasta tal punto que no distinga entre el bien y el mal. Sí, en esa noche el alcohol es de hecho una herramienta espiritual que se utiliza para elevar tu conciencia hasta un punto en el que lo veas todo al revés. Te permite engañar al Satán e ir al nivel de la semilla de tu “basura”, para así convertirla en un regalo.

Entonces, ¿por qué no bebemos cada noche? El Zóhar explica que las distintas ventanas en el tiempo requieren diferentes herramientas para conectarse a ellas. Simplemente, esta es la noche en la que el alcohol es una de las principales herramientas.

La fiesta de disfraces es otra herramienta para engañarnos a nosotros. Irónicamente, cubriéndonos con una máscara, bajamos la guardia, permitiendo salir a nuestro yo verdadero.

Durante el día de Purim también se lleva a cabo una comida, durante la cual se realiza la siguiente conexión.

CONEXIÓN 3: REPARTIR REGALOS

Unidad. La Luz de Purim no puede fluir en nuestras vidas sin unidad. En la mañana siguiente de la fiesta de disfraces, nos reunimos para celebrar un festín y luego nos damos regalos los unos a los otros (si lo celebras en un Centro de Kabbalah cercano, los regalos serán provistos por ese Centro). El propósito de este ejercicio es generar un sentimiento de amor entre nosotros, para que así podamos activar la energía única que está disponible durante esta ventana en el tiempo.

CONEXIÓN 4: REGALOS A LOS POBRES

La cuarta conexión también involucra dar regalos. Sin embargo, esta vez, se nos aconseja dar caridad de forma anónima a los pobres, o Matanot Laevyonim, lo cual literalmente significa “regalos a los pobres” y no caridad. De nuevo, introducimos el concepto de compartir sin ego para preparar nuestra vasija para la unidad para el año que viene.

CONEXIÓN 5: MEDIO SHEKEL

En Purim, también participamos en Majatsit haShekel, o el dar tres monedas de plata a caridad. Nuestra conciencia durante esta acción debe ser la de ver más allá de la 'mitad' de la película, para ver más allá de lo que usualmente vemos con nuestros sentidos limitados. Cuando realmente vemos, entendemos más claramente la causa y el efecto, entendemos por qué nos suceden las cosas y evitamos juzgar a otros porque podemos ver toda la película.


PERMITIRAS QUE TU MASCARA CAIGA Y ASI MOSTRARTE TAL CUAL SOS???



Lo mejor para vos en esta Luna Llena de PURIM
Dra Monica De Luca - Mayta Pacha
Coordinadora del equipo de Khana Mayta                            
(Seres de luz que aconsejan con bondad al Mundo)
http://rumbochamanico.blogspot.com/



Sarantaskakiñani
Seguiremos caminando….

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